La electrólisis percutánea, o más conocida como EPI, EPTE o EPM en función del equipo que se utilice, es una técnica cada vez más usadas en centros de fisioterapia avanzada. Para realizarla, es fundamental el uso de ecógrafo ya que previo al tratamiento habrá que hacer un seguimiento para valorar el tejido que se quiere tratar.

Como decimos es una técnica muy utilizada en patologías como: tendinopatías, bursitis, esguinces, etc y consiste en la aplicación a través de una aguja de una corriente galvánica, con el objetivo de producir una ablación en el tejido y favorecer la reparación del mismo.

El tratamiento puede ser doloroso, pero actualmente es el medio más utilizado en fisioterapia avanzada para el tratamiento del tendón (muy frecuente en deportistas).